martes, 23 de septiembre de 2014

Las bacterias intestinales, cada vez más involucradas en nuestra salud


Hace pocos días se conoció una publicación de la prestigiosa revista Nature (http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/full/nature13793.html), donde un grupo de investigadores realizaron un curioso experimento: suministraron edulcorantes sintéticos dentro del agua que tomaban diferentes tipos de ratas de experimentación. Las dosis ingeridas por los roedores son equiparables a las que habitualmente usamos para edulcorar nuestras bebidas, alimentos e infusiones. El resultado fue que en todos los casos se detectó una alteración en la capación del azúcar (glucosa) en sangre. Todas las ratas desarrollaron algún grado de diabetes tipo 2, cosa que no ocurrió cuando se utilizó agua sin agregados o con azúcar natural.
Esta situación de alteración metabólica en donde se ve alterada la capacidad que tiene la insulina de las ratas para manejar la glucosa en sangre (la insulina es un "puente" que transporta la glucosa dentro de las células y los tejidos, sino actúa bien, la glucosa se acumula en sangre) se la atribuye a que estos compuestos edulcorantes químicos alteran las bacterias del intestino. Para comprobar esta afirmación se tomó materia fecal de los roedores que desarrollaron la diabetes tipo 2 y se las implantó a otros roedores que tomaban solamente agua. El resultado es que estos últimos desarrollaron un cuadro idéntico al de los animales sometidos a la ingesta de edulcorantes sintéticos.

Los mismos investigadores fueron más allá, a personas que nunca ingieren ningún tipo de edulcorantes (algo difícil hoy en día como se verá más abajo), les hicieron usar edulcorantes artificiales en todas sus ingestas, como resultado de ello casi todos alteraron su sensibilidad a la glucosa alternado su respuesta insulínica. Es decir que la mayoría de la gente que "se cuida" usando edulcorantes sintéticos cree que está adoptando un camino más saludable, parece que el resultado es todo lo contrario.
Los edulcorantes nacieron por casualidad en 1879 mientras unos investigadores que trabajaban con derivados del petróleo (toluenos- altamente tóxicos) descubren un compuesto muy dulce y asi nace la sacarina. A partir de ese momento crece la lista con el ciclamato, aspartamo, sucralosa entre muchos otros. Cada uno de ellos están presentes en innumerables alimentos: fiambres, aderezos, comidas preparadas, goma de mascar, frutas en conserva, golosinas, enjuague bucal, bebidas colas, yogurts, medicamentos y vitaminas, labiales, pesticidas, herbicidas, adhesivos anaerobios, etc.

Está demostrado que el que más afecta las bacterias intestinales es la sucralosa (Splenda) que se está usando cada vez más en bebidas Light, Free o Zero.
Cada vez más se relaciona el bienestar de las bacterias intestinales con la conservación de la salud.

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