lunes, 12 de marzo de 2012

Mi hijo no crece, ¿esta desnutrido?

Una constante de las enfermedades inflamatorias es la mala situación nutricional de los que las padecen. En general es más pronunciada en la Enf de Crohn (EC) aunque también está presente en la colitis ulcerosa. Según Griffiths en el 80% de los niños con EC y 65% en la colitis ulcerosa (CU) padecen algún grado de desnutrición.
¿Cómo podemos valorar que un niño está malnutrido o desnutrido?
Hace muchos años que se cuenta con tablas que nos muestran los promedios de peso y altura de poblaciones determinadas, esta es una aproximación muy grosera a lo que se podría considerar "normalidad" pues en cada medio ambiente las condiciones alimentarias, físicas y genéticas difieren enormemente. Pero sin embargo pueden servir como guías.
Hay un elemento muy importante que hay que tener en cuenta a la hora de evaluar el estado nutricional de un individuo y es cuanto músculo tiene, se puede tener un peso normal o hasta aumentado y estar "desnutrido" pues la masa muscular es pobre. Esta es la llamada "masa magra" y que a determinada edad es imposible recuperar, por ello es un bien muy preciado que debemos cuidar: la masa muscular.
Hay personas excedidas de peso que esconden un estado de desnutrición pues su masa muscular esta muy disminuida respecto al resto del cuerpo.
Nunca hay que olvidar que somos máquinas, maravillosamente complejas y sutiles, y que como toda máquina necesitamos un balance entre el combustible (la fuente de energía), el ejercicio que evita que nos oxidemos (en caso de las máquinas) o anquilosemos o atrofiemos (en caso de los seres vivos) y realicemos la vida que se supone debemos hacer en función de nuestro diseño original. Esto es no hacer esfuerzos extras, tener un buen descanso, no estar expuestos a temperaturas extremas, estar bien alimentados, bien hidratados y bien descansados.
Ninguna máquina funciona bien sin cumplir con los requisitos que fija el fabricante, lo mismo pasa con el cuerpo humano.
En realidad no se sabe exactamente cuales son las causas por las que hay desnutrición en las enfermedades inflamatorias. Hay numerosas hipótesis.
Las razones por las que un niño con enfermedad inflamatoria no crece parecen ser múltiples:

1.  Baja ingesta (come poco) como consecuencia de un estado de anorexia (ausencia de apetito) debido a la presencia de mediadores proinflamatorios (complejos circulantes en la sangre que mantienen la inflamación).
2. Sensación de saciedad por la misma inflamación del intestino que anula el reflejo normal del apetito.
3. Miedo a que la ingesta de alimentos desencadene una diarrea. Debido al aumento de la velocidad del tránsito intestinal muchos niños sienten la necesidad de mover el intestino apenas comienzan a comer. Este reflejo tiene múltiples causas y puede ser combatido de diversas formas.
4. Disminución del contenido calórico en las comidas pensando que de esa forma se baja la inflamación y se disminuye la diarrea
 5. Inflamación y/o infección del intestino delgado que lleva a una incapacidad para digerir disacáridos (azúcares) que terminan en el colon provocando mayor diarrea y distensión, aumentando la velocidad del tránsito.
6. Mala absorción de nutrientes y disminución de la incorporación de calorías al cuerpo debido a la inflamación intestinal.
Además de estas razones se agregan los problemas derivados del uso de medicación. Toda la medicación utilizada en el tratamiento de las EII lleva a una alteración de la curva de peso y de crecimiento.

En definitiva el problema de la falta de crecimiento y de peso tiene numerosas razones para que suceda, solamente un enfoque cuidadoso y no agresivo puede modificar esta situación. El problema con la falta de crecimiento o peso excesivamente bajo es que si se tarda demasiado en corregirlo existe el riesgo que el niño no logre alcanzar un desarrollo pleno y que de adulto tenga problemas de diverso tipo.

Griffiths,A Inflammatory Bowel Disease, 3rd Edition, W.A.D.P.H.J.e. 2000, Hamilton: BC Decker.

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