domingo, 23 de marzo de 2014

Embarazo y medicación


Voy a ser crudo, ya tengo más de 35 años practicando la medicina y luego de mi formación inicial dejé de creer en la información que proveían los laboratorios farmacéuticos acerca de sus productos. Muestran solamente los efectos beneficiosos y ocultan los efectos colaterales que producen, su objetivo es vender medicamentos, lucrar con sus "clientes", de la misma forma que el que fabrica cigarrillos hasta hace muy poco ocultaba que su producto produce enfermedades y muertes.

Como premisa hay que tratar de evitar TODA medicación o tóxico durante el embarazo, las mujeres saben que el cigarrillo y el alcohol afectan al feto, con más razón las sustancias químicas, todas, llegan de una forma u otra a la placenta y de allí al feto. Nuestras investigaciones son aún muy rudimentarias en este aspecto, no sabemos a ciencia cierta si estamos o no afectando al niño por nacer, inferimos que si tal toma tal droga a tal dosis y en 100 casos no pasó nada, entonces es seguro. Eso no es serio y eso es lo que la ciencia tiene hoy para ofrecernos.

Dicho esto vamos a comentar algunos aspectos de la medicación respecto a los problemas que la medicina reporta respecto a su influencia en las enfermedades inflamatorias del intestino y el embarazo.

Vamos a transcribir algunos datos aportados por un artículo reciente del British Medical Journal (Ford, BMJ 2013;346:1432 -Clinical Review- Ulcerative Colitis)

"Las pacientes con colitis ulcerosa son en general jóvenes y la enfermedad tiene serias implicancias en el embarazo. Las pacientes con enfermedad activa al momento de la concepción pueden tener mayor riesgo de aborto espontáneo. Pueden aumentar las tasas de partos prematuros, anormalidades congénitas, tales como deformaciones en las extremidades y en las vías urinarias del feto. (Cornish, Gut 2007;56:830). La recaída de la colitis durante el embarazo puede aumentar las posibilidades de parto prematuro y bebes de bajo peso. Hay un trabajo reciente en 2200 mujeres embarazadas donde mencionan que el uso de mesalazina y similares (5-ASA) no mostró anormalidades significativas. Los inmunosupresores (Tiopurinas, azatioprina y otros) poseen un riesgo hipotético para el feto. En un estudio se mostró que mujeres tomando azatioprina desde el principio del embarazo mostraron más del doble de malformaciones congénitas que las mujeres que no ingerían la droga. A pesar de estos riesgos teóricos, la mayoría de los "expertos" aconsejan la continuidad en el uso de estas drogas a lo largo de todo el embarazo porque los riesgos de exacerbación de la colitis ulcerosa son mayores que el peligro de usar drogas. Las drogas biológicas (Remicade - Infliximab) atraviesan la barrera placentaria en el tercer trimestre, por ello recomiendan no usarlas en ese período. Durante la lactancia dicen que es seguro usar 5-ASAs y que a pesar que las tiopurinas pasan por la leche al bebé, que estas cantidades son pequeñas y que parecen no afectar al niño"

Hasta aquí lo que el artículo de esta prestigiosa revista menciona como "parece" ser que no afectaría a las madres ni a los bebés, nunca mejor usado el término en potencial, "afectaría". Es innegable como dije al principio que si el alcohol y el cigarrillo afectan al feto, ¿cómo podrían estas drogas que afectan a la madre en decenas de sistemas de su cuerpo, no afectar al ser que se está formando en su interior?.

Dejo planteadas las preguntas y sobre todo la búsqueda de otros métodos NO farmacológicos para tratar las enfermedades inflamatorias. Por otra parte si realmente la medicación pudiese controlar efectivamente la enfermedad, tendría algún sentido buscar la forma de minimizar los efectos sobre el feto, pero la mejor medicación, el mejor esquema no llega a mantener a raya la enfermedad en más del 43/44% de los casos, cuál es el sentido de exponer a bebé a semejante riesgo.

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