Inflamación de Intestino: Conceptos básicos

La inflamación de intestinos parece ir en inexorable aumento en la población en todo el mundo. Este padecimiento que hasta hace unos 50 años estaba circunscripto a unos pocos países, hoy parece extendido a todas las latitudes geográficas y afecta cada vez a niños más pequeños.

¿Qué será lo que está desencadenando semejante epidemia?

¿La comida chatarra? ¿El Stress de las ciudades y el hacinamiento?

¿Las radiaciones post ensayos nucleares, escapes de radiación en numerosos sitios del planeta?

¿Los herbicidas, exfoliantes y venenos esparcidos en la tierra (dioxina, entre otros)?

¿El sedentarismo, la obesidad, el aumento de ingesta de grasas saturadas, azúcares, harinas refinadas?

Así podríamos seguir por mucho tiempo. En mi humilde opinión, es todo lo mencionado y muchas otras causas las que podrían ser capaces de desencadenar la "locura" intestinal que se ve en los pacientes inflamados.

A este cuadro poco alentador se le agrega muchas veces un tratamiento médico sumamente agresivo, que comienza con estudios invasivos que muchas veces poco aportan seguidos por drogas que buscan "suprimir" los síntomas y eliminar las respuestas "exageradas" del organismo.

En este sentido he podido observar que los tratamientos medicamentosos más agresivos son los que menos éxito tienen, con el consiguiente riesgo de complicaciones usualmente más severas que la inflamación en sí misma.

El concepto inicial en la recuperación del intestino y la amortiguación de las respuestas inflamatorias del cuerpo es el de poner en reposo el cuerpo, luego el intestino y procurar una alimentación nutritiva y extremadamente fácil de digerir y absorber, con el mínimo esfuerzo por parte del intestino.

Las personas que quieran prevenir la inflamación del intestino pueden adoptar una dieta basada en comidas locales (nada de Kiwi de Nueva Zelanda), de estación (cuando no hay tomates, no los hay), lo menos artificiales y manipuladas genéticamente. LA naturaleza tardó millones de años en lograr ese tomate perfecto, que tiene un increíble balance interno de minerales, enzimas, nutrientes, etc. que jamás podrá ser superado por un engendro (monstruo) genético con el objeto que pueda soportar una helada en invierno. Ese código genético modificado es aprendido por las bacterias de los intestinos humanos y replicado en forma errónea entre las sucesivas generaciones de bacterias.

Un intestino inflamado no puede consumir cualquier alimento, necesita evitar el trabajo excesivo, al igual que un brazo lastimado no puede realizar tareas pesadas. En el proceso de desinflación se va adquiriendo mayor capacidad de digestión y es posible, en general, tener una dieta prácticamente normal, siempre teniendo presente que cualquier intestino y sobre todo el que alguna vez estuvo inflamado debe ser tratado con cuidado y atención para no recaer en cuadros de enfermedad extrema nuevamente.