Este "órgano o sistema" fue definido por los microbiólogos como "microbiomo", es decir el material genético (el DNA) de la comunidad microbiana. Esta es una nueva forma de estudiar las bacterias o los virus. Hasta hace muy poco solamente conocíamos las bacterias que podíamos aislar, cultivar, ver, o inocular a los animales de experimentación. Si no se podían aislar: no existían. Resulta que gracias a técnicas muy refinadas es posible descomponer el material genético que hay dentro de las bacterias del intestino e identificar las miles de millones de bacterias que nos habitan. El paradigma de los microorganismos que enferman y matan se ha sustituido por otro: si no tenemos una buena población de bacterias, nos enfermamos y hasta corre riesgo nuestra vida.
Las bacterias de nuestro cuerpo las adquirimos en el momento
del nacimiento, es decir que este "órgano" no se forma como todos los
otros, dentro del vientre materno , no está presente en nuestro cuerpo hasta
que pasamos por el canal vaginal de la madre. Esta nos provee de la mayor parte
de nuestra población inicial y paulatinamente vamos adquiriendo el resto de las
bacterias hasta la edad de tres años. A partir de allí conservamos la misma
población salvo que tomemos antibióticos, viajemos a sitios exóticos o
padezcamos enfermedades inflamatorias como la diabetes, la obesidad, las
propias del intestino (Colitis Ulcerosa, Crohn, diarreas crónicas), la artritis
reumatoidea, entre muchas otras.
En todas ellas el "mapa" bacteriano, es decir el
"órgano" bacteriano está alterado, enfermo y estamos empezando a ver
de qué forma lo podemos reparar. Así como en muchas enfermedades, por ejemplo las del hígado, podemos intervenir con diferentes terapias médicas, dietarias o quirúrgicas, llega un momento en que el órgano hígado, deja de funcionar, se vuelve insuficiente, a partir del cual se decide un "transplante" que lo reemplace, que permita recuperar las funciones hepáticas.
De la misma forma, el órgano microbiota, las bacterias del
intestino pueden enfermarse y por ejemplo provocar una Diabetes tipo 2, que es
un estado de inflamación crónica que impide que la insulina circulante tome
contacto con los tejidos para permitir que el azúcar (glucosa) ingrese en las
células. Esto se ve claramente reflejado en la ausencia de ciertas familias de
bacterias al momento de hacer el mapa microbiano. Es posible intentar tratar de
reparar esta microbiota alterada mediante probióticos, dieta, a veces se ha
intentado hasta con antibióticos, pero nada ha sido tan eficiente como el
trasplante de microbiota proveniente de un intestino sano. Es impresionante ver
cómo es posible reparar el "órgano" dañado con la ventaja que estas
nuevas bacterias se anidan con facilidad y rápidamente al nuevo intestino.
Parece ser que una "buena" composición de bacterias es mucho mejor aceptada que una población
desordenada o incompleta-
Este es un misterio que todavía no tiene explicación, pero
que para fortuna de los que reciben el implante las nuevas bacterias se quedan
en el intestino enfermo y lo reparan bajando todos los síntomas inflamatorios
tales como los de la obesidad, diabetes tipo 2, acné, y por sobre todo las enfermedades
inflamatorias del intestino.
Y, entonces si no tenemos intestino grueso.....?
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