Diarrea Aguda: duración menor a 2 semanas,
Diarrea Crónica: la que persiste más allá de las 4 semanas
En condiciones normales, diariamente alrededor de 8 litros
de líquido ingresan al intestino delgado, 2 litros son aportados por la ingesta
oral, los restantes 6 litros provienen de la saliva, líquido estomacal, bilis y
secreción pancreática. La mayor parte de este contenido líquido se reabsorbe a
lo largo del intestino delgado y solamente un litro ingresa al intestino grueso.
En el colon se recupera casi todo y termina eliminando solamente 200 ml que
acompañan a la materia fecal. El colon tiene la capacidad de reabsorber entre 3
y 4 litros con lo que puede compensar cualquier problema que tenga el intestino
delgado.
La diarrea tiene diferentes orígenes, inflamatorio,
infeccioso, alteraciones de la movilidad intestinal, aumento de la absorción
y/o secreción, entre muchos otros. Estas causas mencionadas pueden combinarse
dando cuadros aún más complejos.
Como premisa podemos pensar que aunque la diarrea es un signo
de anormalidad, podemos interpretar que el organismo está compensando alguna
anomalía. Por ello es adecuado respetar esta situación y no actuar demasiado
enérgicamente tratando de cortar el síntoma de forma brusca o con medidas
extraordinarias. A veces la interrupción agresiva de la diarrea puede provocar
cuadros muy peligrosos para el paciente (p. ej. Megacolon Tóxico).
¿Qué hay que estudiar en la diarrea crónica?
Primero hay que ver cómo están la sangre y la orina del
paciente, si hay infección, anemia, desnutrición, inflamación, malignidad,
intoxicación, alergia, etc. Todos estos elementos forman parte de otros que se
deben ir agregando a medida que se profundiza en la pesquisa.
A continuación se debe estudiar la materia fecal: las determinaciones
más elementales son el coprocultivo y el parasitológico seriado. También se
debe estudiar la existencia de sangre y linfocitos. Con estos elementos no se
descartan todas las causas parasitarias o infecciosas, pero es un buen
comienzo. El especialista irá precisando estudios más específicos de acuerdo a
la sintomatología y datos obtenidos de estas mediciones iniciales.
Finalmente se debe practicar una colonoscopía que permita
aproximar un diagnóstico y descartar causas tales como Colitis Ulcerosa,
Enfermedad de Crohn, colitis microscópicas entre muchas otras.
Una vez determinado el diagnóstico es posible diseñar el
mejor tratamiento, intentar tratar una diarrea crónica "probando" con
diferente medicación puede resultar peligroso para la salud.
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