¿Enferman
o curan?
Hasta
hace pocos años las bacterias eran consideradas nuestros "enemigos",
la definición de los diccionarios todavía menciona que las bacterias son
microorganismos capaces de "provocar enfermedades". En ese mismo
sentido se consideraba que había que "limpiar" el medio ambiente que
nos rodeaba, la llamada "teoría higiénica" en donde nuestros niños
debían nacer, crecer y desarrollarse en un ambiente libre de bacterias. Así
proliferaron los limpiadores, antisépticos, bactericidas y antibióticos que nos
"protegían" de las amenazadoras enfermedades infecciosas.
A
fines de los años 90 se comenzó a descubrir gracias a sofisticadas técnicas
genéticas, que las bacterias que conocíamos era una ínfima porción de las bacterias
que existen dentro y por encima de los seres vivos. Pasamos así de contabilizar
unos pocos microorganismos a descubrir que la cantidad de bacterias que nos
acompaña supera el trillón y que la cantidad de virus probablemente supere el
cuatrillón. Es decir que por cada célula del cuerpo humano hay más de 10
bacterias, somos más bacteria que células.
La
otra cosa que se descubrió en los últimos años es que en el momento del
nacimiento los bebés tienen muy pocas bacterias, que las adquieren al pasar por
el canal de parto materno y que si el parto es por cesárea, el perfil de las
bacterias de ese bebé será profundamente diferente pues adquirirá otras
bacterias diferentes a las del canal de parto de la madre.
van Nood, Best Practice & Research Clinical Gastroenterology 27 (2013) 127–137 |
Una
vez que el niño nace irá madurando su "aparato bacteriano" hasta
alcanzar la madures entre los tres y los cinco años. Esta maduración sufre
notables influencias a través de la dieta, las vacunas, los antibióticos, la
posibilidad que el niño se ensucie e incorpore "bibliotecas" de
bacterias, que los padres le trasmitan buenas bacterias cuando limpian el
chupete (pacificador) cuando se cae al piso, que el bebé y el niño puedan
"chupetear" todo lo que los rodea, hace que ese niño tenga una
población bacteriana más saludable que la del niño encerrado y envuelto en
bolsas de polietileno como para preservarlo del medio ambiente.
El
estudio de la población bacteriana o "microbiota" es una ciencia muy
joven, muy dinámica, hay una importante cantidad de grupos que están
investigando cual es la relación entre las bacterias y muchas, muchísimas
enfermedades del ser humano.
Por
lo pronto ya sabemos con claridad que el "mapa" bacteriano está
alterado en enfermedades tales como:
Diabetes,
autismo, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, algunas enfermedades
psiquiátricas, enfermedad celíaca, artritis reumatoidea, obesidad, y sigue la
lista casi interminable.
Estas
enfermedades se asocian con alteraciones de la microbiota, y algunas de ellas se
han mejorado intensamente mediante el trasplante de microbiota. Todavía la
experiencia es muy escasa en la mayoría de ellas pero el método de reemplazar
la microbiota parece muy prometedor para muchas de estas enfermedades que
tienen poco o nada para hacer una vez que se manifiestan.
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