miércoles, 24 de septiembre de 2014

Transplante de Microbiota exitoso en paciente Español

Un caso que ejemplifica muy adecuadamente los beneficios que ofrece la nueva terapia con transplante de microbiota es el siguiente:

Hace algunos meses un joven Español de 33 años nos contacta a través de Skype que por razones obvias mantenemos su identidad reservada. Lo que podemos ver en la entrevista por la pantalla es un joven delgado, muy demacrado, en un dormitorio, que tiene que hacer más de una interrupción en la conversación para dirigirse al baño. Nos describe que desde hace varias semanas ve como se deteriora su condición física y su calidad de vida. Que no puede abandonar su casa pues necesita estar cerca de un baño al que debe recurrir más de 15 veces al día. Presenta diarrea con sangre y dolores abdominales constantes. Refiere que es ingeniero y que no puede retornar a su trabajo de consultor pues se siente sumamente debilitado y deprimido, que ha perdido mucho peso en el último tiempo.


Su inquietud es si el tratamiento con implante de bacterias provenientes de un dador sano se puede realizar estando en esa condición o si se requiere estar más estabilizado. Nuestra experiencia es muy  buena tratando pacientes en estado de "brote" en casos de Colitis ulcerosa y Enfermedad de Crohn. El problema era como hacía este paciente en este estado para viajar desde su ciudad hasta Madrid y de allí tomar otro avión hasta Buenos Aires donde le realizaríamos el tratamiento.

Le recomendamos una estrategia alimentaria, de hidratación y medicamentosa como para compensarlo y permitirle sus largas horas de vuelo.

Estuvo realizando este tratamiento por alrededor de 10  días hasta que dejó de hacer el trayecto entre la cama y el baño y pudo espaciar sus visitas al mismo. Viajó acompañado de su hermano.

Una vez llegado a Buenos Aires continuó con la medicación y comenzamos con los implantes en forma diaria. A los pocos días comienza a notar que sus visitas al baño van disminuyendo y que casi no ve sangre en la materia fecal. Alrededor de los 15 indicamos la suspensión progresiva de la medicación a partir que sus deposiciones se reducen a una por día.

El tratamiento continua diariamente por un mes. Al final de ese mes observamos que la condición física del paciente es marcadamente muy superior al estado en el que se encontraba a su arribo. A esa altura ya no tomaba medicación, se sentía muy aliviado y con buena energía como para realizar mini turismo local.

Decidimos en conjunto que permanezca un mes más realizando implantes más espaciados, comenzamos con tres por semana por dos semanas y disminuimos a dos por semana hasta completar el segundo mes.

EL estado general y los resultados de laboratorio indicaron que la inflamación intestinal estaba controlada. Solamente una deposición diaria sin otros síntomas se encontraba de excelente ánimo y con energía suficiente como para retomar su trabajo.

Lo que hicimos mientras estaba en Buenos Aires fue estudiar a posibles donantes que vivían cerca de su domicilio en España. Dimos con un familiar apto que estaba dispuesto a suministrarle su materia fecal para que él la pudiese procesar de acuerdo a las instrucciones que le suministramos en nuestra clínica. Asimismo se llevó consigo todo el equipamiento necesario como para efectuarse los implantes de su sitio de residencia.

El plan es que continúe con dos implantes mensuales por el  lapso de un año y recién entonces evaluar si se interrumpen o continúan mas espaciados.

Este paciente comenzó a tener una dieta libre, siempre cuidando la calidad de los alimentos, a partir del segundo mes de tratamiento. En el pasado prácticamente no podía ingerir alimentos  complejos.   

Seguimos estrechamente su evolución y lo asesoramos continuamente como para evitar cualquier tipo de recaída.

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